sábado, 21 de agosto de 2010

"¿Yo Voy?".-

¿Cómo que así no? ¿A quién reclaman esta panda de memos? ¿Pero por qué hacen responsable al gobierno de todo el poder para que con una "protesta" hagan cosas que transformen el lema de esta huelga en "así sí". ¿Es que no ven que con este mensaje le están comunicando a la elite que siempre estaremos aptos para el acuerdo? ¿Para traicionarnos?



Por otro lado, ¿no os parece que copiar el lema de "Rock in Rio" es un poco chapucero? Por favor, que no se trata de ir con tambores, cantar himnos de antaño y tomarse unas cervezas después. Y lo de "mano a mano" me suena a Torrente (1). Si, un poco guarro, de pervertidos bizcos y sin duchar. Por suerte le ponen algunos lemillas en rojinegro retro para intentar recordarnos y recordarse que tienen algún que otro pasado. Que no conocen y que quizá no quieran conocer. Luchar por el Estado Social o del Bienestar es en los tiempos que corren una soberana estupidez. Supone no entender lo que hemos tolerado, haber pasado treinta años durmiendo para ahora despertar un equilibrio que era insuficiente y que, además, iba degrandándose poco a poco.
A ver si piensan que vamos a creer que el giro se ha producido de forma súbita y sorpresiva ahora, en este último año. Ha sido tocar la pirámide administrativa que sostiene a esta panda de borrachos y levantarse los sustentadores del estado burocrático y los sindicatos a la limón reclamando un sistema perjudicial para ellos mismos y también para los que por uno o por otro motivo no pueden acceder al mundo laboral. Si el proletario aburguesado quiere recuperar aquello que logró mediante acuerdos con la elite no le queda otra que olvidarse del ideal del Estado Social y reclamar nuevos derechos y libertades para un nuevo trabajador. No puede reclamar por el pasado, pues ya no se puede volver y muy pocos por no decir nadie quiere volver. El trabajador ya no sostiene la creación de riqueza en el mundo liberal, ni siquiera el Estado-Nación, con lo que es prescindible, y si esto es así, no tiene ningún derecho que reclamar a no ser que busque su papel y lo reinvente dentro del panorama político mundial. ¿Quiénes son pues los trabajadores en el mundo globalizado? ¿Meras personas que reciben un sueldo de forma virtual y que ejercen una elección de papel cada cuatro años? ¿Es legítimo reivindicar solo a la clase trabajadora y no sólo a otras que sufren más que ella? O fuego en las calles o a quedarse en casa, pero este rollo cuasi-guay de cerveceros que en la mayoría de sus reclamos lucha por dinero, no por favor.


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NOTAS:
(1) Si bien no aparece en este cartel, si en los planfetos que están distribuyendo.

1 comentario:

Juan Díez Blanco dijo...

La aceptación de los Pactos de la Moncloa ha subyugado al sindicalismo de clase de este país en los últimos 33 años a una suerte de toma y daca pactista entre los mayoritarios, las patronales y los Ejecutivos que, con todos mis respetos, ha servido para más bien poco una vez que se han descubierto las cartas. Hace falta otro modelo de sindicalismo más combativo y, a la vez, más funcional, menos burocratizado, y también que los trabajadores se impliquen más en los sindicatos, porque tanta delegación acaba dando mucha comodidad para unos y muchas prebendas para otros. Y que conste en acta que lo dice un delegado de personal.

Por otro lado, la verdad es que las campañas están resultando cutres, pero es cierto que no tienen tiempo para prepararlo en condiciones por la incomodidad de la fecha y porque, para qué vamos a engañarnos, ya no quedan ideologías con las que justificar por detrás lo que hacen. Así pinta el pelo de algunos. Y es una pena porque, problemas políticos aparte, lo de los mayoritarios es un problema de cúpulas: tienen alguna gente trabajando en las bases que da gusto, pero los de arriba...

Eso sí, no nos desengañemos: que la mayor parte del tiempo esto termina siendo un rollo cervecero es innegable, pero temo que es una cuestión cultural. Nos guste o no, somos latinos en vez de eslavos, y debe haber algo en nuestra sangre que nos impele a determinadas cosas. Siendo así no vamos a ninguna parte, pero esto ya no lo cambia ni el Dios ese.