Ignoro cuánto se ha gastado el Exmo. Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz en semejante fanfarronada, o en qué porcentaje ha subvencionado a la Hermandad de la Virgen del Rosario, pero a uno le parece excesivo, no sólo por el coste, sino por el "espectáculo paranoico" que han montado durante estos cuatro días. Lo de menos son los conciertos: Rafael, Amaral, Amaia Montero y una orquesta que hizo las delicias de la cultura popular hasta las 3 de la madrugada durante las noches del viernes y sábado. Las avenidas principales de la ciudad-dormitorio con dos banderas en cada farola: la de Torrejón y la de España, como debe ser. Así, uno puede recorrer la avenidas de las Fronteras, de la Cosntitución, la de Virgen de Loreto y la de Madrid, oyendo el susurro de las santas patrias regional y nacional en los oídos. Banderolas igualmente en balcones y ventanas, repartidas por el propio ayuntamiento entre sus trabajadores y vecinos. Alguna que otra insignia en la solapa de la americana, peinetas, cintas, trajes del ejército, banderitas... La nación-pueblo-católica se consume. Y banderitas ondeando y sostenidas por niños. No hay nada más rastrero que repartir la nación paleta entre los menores. Deberíamos protegerles de agresiones ideológicas de semejante calibre.
Y llevamos dos años así. Uno ya se llevó una reprimenda por meterse con una bandera franquista. Pero le dió lo mismo. Incluso se lo tomó con buen sentido del humor: a "una grande y libre" respondió "bestial, brutal, enorme".
Vayamos a la definición de "paranoia": "perturbación mental fijada en una idea o en un orden de ideas" (2). Teniéndola en cuenta, se muestra en los lanzamientos de petardos y mascletás, paranoia en las faustos y comilonas cercanos a la plaza mayor, paranoia en las vestimentas y actitudes. Como ayer bien me indicaron: esto no viene de y para la cultural popular, sino que se construye desde lo dominante, repartiéndose de manera vertebrada, con diversos elementos, entre la población ávida de emociones fuertes. Bien lo sabe quién ostente el cargo "propagandístico" del ayuntamiento. Bien lo sabía Goebbels. Parecerá fácil la comparación, pero viene perfecta: el NSPAD popularizó las canciones arribistas, se inmiscuyó en las zonas regionales, llamando al sentimiento nacional-paleto, alentó a las celebraciones y desfiles de manera segregadora y apoyó la exhibición de banderas e insignias, sacando, además, beneficio económico de ello.
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NOTAS
(1) http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=FANFARRIA
(2) http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=paranoia.